Esta desafortunada patología, es el cáncer más frecuente en las mujeres y la segunda causa de muerte entre ellas, luego del cáncer de pulmón. Se conoce que el riesgo de desarrollar cáncer de mama es de 1 en 9 mujeres durante su vida y que el número de casos está en aumento.
La posibilidad de desarrollar esta enfermedad aumenta con la edad, ya que por ejemplo la mayoría de los mismos se desarrollan luego de los 50 años de edad. La enfermedad es infrecuente en mujeres menores a 35 años, luego de lo cual el riesgo comienza a aumentar, para hacerlo más rápidamente luego de los 50 años.
El riesgo individual del cáncer de mama
Existen ciertas condiciones o características que aumentan el riesgo de esta patología, como por ejemplo la ya mencionada edad mayor de 50 años, el uso prolongado de terapias de reemplazo hormonal, la obesidad, el consumo de alcohol. La historia familiar de esta enfermedad es otro dato trascendente, sobre todo si los familiares afectados son cercanos, como madre, hermanas o hijas, y si la enfermedad se presentó tempranamente, por ejemplo antes de los 40 años de edad. En pacientes con una importante historia familiar existen estrategias especiales para el diagnóstico precoz, que se discuten con los especialistas en asesoramiento de riesgo mamario. Por otro lado existen ciertas condiciones que poseen un efecto protector como la actividad física, la lactancia materna y los embarazos.

La detección del cáncer de mama
Existen diferentes estrategias destinadas a lograr el diagnóstico temprano de esta patología, que de esa forma intentan disminuir la mortalidad y la morbilidad como consecuencia de esta enfermedad. Es importante mencionar que el objetivo de estas estrategias es el de diagnosticar tempranamente la enfermedad, no el de evitar que la misma se produzca, pero la evidencia existente indica que cuanto antes se realice el diagnóstico, menor será la mortalidad para la mayoría de las pacientes, como así también las consecuencias de la misma en términos de morbilidad o de secuelas. Otro de los objetivos que se persigue, es evitar las cirugías radicales como la mastectomía (extraer la mama), como también la necesidad de sumar a las cirugías otros tratamientos como la quimioterapia. Independientemente de la estrategia utilizada, muchas sociedades internacionales recomiendan que la paciente evalúe sus senos, conociendo las características normales de los mismos y pueda de esta manera reconocer algún cambio anormal, ya que las patologías en las mamas pueden incluso aparecer en el intervalo entre los controles. La aparición de algún nódulo, cambios en las características de la piel o los pezones, o secreciones anormales por los mismos, son signos útiles que la paciente puede evaluar.
Pronóstico
Es importante mencionar que no todas las pacientes que desarrollaren esta enfermedad, tendrán mal pronóstico, ya que hoy en día como se mencionó, gracias a las estrategias de diagnóstico precoz se logra disminuir la mortalidad por la misma. En general a mayor precocidad en el diagnóstico, mejores posibilidades de mayor y mejor sobrevida.
Diferentes estrategias preventivas
Existen diferentes estrategias preventivas, cuya aplicación en general depende de varios factores.
Auto-examen mamario.Uno de ellas es el autoexamen mamario, que consiste en que la mujer evalúe mensualmente sus mamas en busca de alguna anormalidad. La misma fue una estrategia efectiva en todo el mundo ya que permitía que las pacientes acudan al médico cuando experimentaban algún hallazgo. La técnica y características del auto examen se mencionan en otra sección de esta página.
Esta estrategia fue perdiendo terreno en países desarrollados o en las poblaciones que tienen buen acceso a la evaluación mamográfica de rutina, ya que la misma permite detectar lesiones aún no palpables, por otro lado, el autoexamen generó en algunas mujeres temor, confusión y un aumento muy significativo del número de consultas, pero fundamentalmente no demostró disminuir la mortalidad por esta patología, cosa que si se demostró con el uso de los controles mamográficos.
De todas maneras, se debe mencionar que el autoexamen sigue siendo útil y válido en mujeres que no pueden realizar su evaluación de rutina, ya que toda paciente que por palpación detecte alguna anormalidad en sus mamas, debe consultar al médico.
Otra estrategia es el examen mamario durante el control de rutina, el mismo es una intervención importantísima que no debe faltar en ningún control periódico de salud, e incluso en el control del embarazo, ya que permitirá detectar lesiones en pacientes que no realizan mamografía de rutina, por ejemplo por su edad.
Dicho examen incluye la evaluación de las mamas, de la región supraclavicular y de las axilas. Por último la estrategia más conocida y utilizada en el mundo es la de realizar una evaluación radiográfica de la mama por medio de la mamografía. Esta es una estrategia muy efectiva que se utiliza para hacer una evaluación general de las mamas, y de esta manera, establecer la frecuencia de seguimiento o la necesidad de estudios adicionales. En general su objetivo es el de detectar lesiones de tamaño menor al palpatorio.

Los datos contenidos en la presente nota son brindados a título meramente informativo, y están dirigidos para nuestras pacientes. Esta información no reemplaza de ninguna manera la consulta con su médico de cabecera, ante cualquier duda consulte con el mismo.