Síntomas:

La conciencia de la paciente acerca de la existencia de esta enfermedad es un elemento clave al momento de evitar la demora diagnóstica, y con esto la evolución natural de la enfermedad. El retardo diagnóstico está basado en que muchas pacientes interpretan al dolor menstrual, cualquiera sean sus características o intensidad, como una consecuencia típica de la femineidad y por lo tanto no consultan en busca de asistencia profesional.

El dolor en general pelviano, suele agudizarse durante los períodos menstruales pero tiene ciertas características que lo hacen sospechoso de esta patología, tales como:

-Presentarse además en otros momentos del ciclo, o sea no tener periodicidad y poder aparecer en cualquier momento del mismo además de la menstruación

-Aparecer con las relaciones sexuales, la defecación o el orinar, principalmente durante los períodos menstruales.

-No tener respuesta adecuada al tratamiento analgésico correctamente administrado por el médico

-Haber aparecido de repente en una paciente adulta, sin historia previa de dolores menstruales.

Diagnóstico:

Como vimos, la consulta con el profesional depende mucho de la conciencia de la paciente. El médico en general realizará un extenso interrogatorio, a lo que sumará un examen físico que usualmente incluye un examen pelviano y eventualmente solicitará algunos estudios complementarios.

Un hallazgo bastante típico de esta patología es el de un quiste de ovario con contenido heterogéneo en su interior, que durante la cirugía se detecta relleno de líquido achocolatado. Es el denominado endometrioma o quiste endometriósico.

Dependiendo de dicha evaluación y de los deseos de embarazo de la paciente, se puede iniciar un tratamiento de prueba con analgésicos para evaluar la respuesta al mismo, similares a los que receta el médico para el tratamiento de los dolores menstruales o dismenorrea.

Si la sospecha clínica es alta o la paciente está por iniciar un tratamiento de fertilización asistida, en general la propuesta es certificar el diagnóstico. La manera de certificarlo es a través del estudio anatomopatológico de una biopsia tomada de zonas sospechosas, a través de una cirugía diagnóstica mini invasiva denominada cirugía laparoscópica.

Tratamiento:

Las opciones para un tratamiento dependerán de las expectativas y deseos de la paciente al momento del diagnóstico. Si esta tiene deseos de embarazar, se recomienda la consulta con un especialista en el área de fertilidad, ya que por ejemplo una opción es una cirugía con la intención de remover los focos existentes.

En las pacientes sin deseos reproductivos, la primera opción es en general el uso de métodos anticonceptivos hormonales, los cuales si bien no curan o hacen retroceder los focos existentes, evitan la progresión de la enfermedad en el tiempo. Las recomendaciones actuales sugieren el uso de los mismos de manera no cíclica, esto es evitando los períodos menstruales por tiempo prolongado. Dentro de las opciones hormonales, también se plantea como una posibilidad el uso del DIU liberador de levonorgestrel que mejora significativamente la sintomatología y es una opción atractiva para mujeres sin deseos reproductivos.

Igualmente, en este grupo de pacientes la cirugía para remover los focos de endometriosis existentes, es una opción dependiente de otros factores, como las características de los focos existentes, los síntomas de la enferma, la respuesta a los tratamientos, etc.