TIPS
- El Herpes genital es una afección producida por un virus que se transmite durante el contacto sexual, siendo común encontrarla en hombres y mujeres.
- La mayoría de las personas infectadas nunca se entera de su presencia y muchas no presentan ningún síntoma.
- El contagio es posible aún sin lesiones visibles.
- El síntoma más común es el desarrollo de úlceras o ampollas dolorosas.
- El tratamiento no elimina el virus pero si logra disminuir los síntomas.
- El uso del preservativo y evitar las relaciones sexuales durante los episodios agudos, son medidas importantes para disminuir el riesgo de transmisión.

El Herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por los virus del Herpes simple tipo 1 (VHS-1) y tipo 2 (VHS-2). Un gran porcentaje de casos son causados por este último.
FRECUENCIA
Esta es una de las ITS más frecuentes en el mundo. En Estados Unidos se estima que aproximadamente 1 de cada 5 adolescentes y adultos ha tenido una infección por VHS. La infección genital por el VHS-2 es más frecuente en las mujeres (1 de cada 4 mujeres) que en hombres (1 de cada 8 hombres), lo que probablemente se explica por el mecanismo de contagio.
MECANISMO DE CONTAGIO
Por lo general los virus se encuentran en las úlceras de la piel, aunque también se conoce que existe transmisión en personas infectadas, pero sin lesiones activas.
Para el VHS-2 la persona sólo se puede contagiar por medio del contacto sexual con alguien infectado por el virus, tenga o no tenga lesiones visibles.
Si bien el VHS-1 puede causar infección genital, el sitio más frecuente de sus infecciones es la boca y los labios, causando las típicas ulceras de la infección herpética. De todas maneras el contagio genital por este serotipo es posible cuando se tiene contacto sexual con alguien infectado.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Un porcentaje elevado de estas infecciones son asintomáticas, o tan solo presentan manifestaciones leves que se pueden confundir con una picadura de insecto u otras afecciones de la piel. La primera infección puede ser bastante sintomática en algunos casos y suele ser más intensa en mujeres que en hombres.
Habitualmente, los síntomas se inician alrededor de los 15 días del contacto con el virus. Las úlceras, comienzan como ampollas que contienen un líquido claro en su interior, y suelen curar en un período de2 a4 semanas. Dentro de los5 a7 días de la aparición de las primeras ampollas, suelen aparecer algunas adicionales. Otras veces la infección se puede manifestar como un cuadro gripal, con fiebre, decaimiento e inflamación de las glándulas y la piel cercana a las ampollas, o por algún ganglio palpable e inflamado en la ingle.
Luego de la resolución de estos síntomas, el virus pasa a lo que se denomina período de latencia, en el que permanece asintomático y alojado en los ganglios medulares.
Los episodios recurrentes se producen por reactivaciones del virus desde su estado de latencia, generado por diferentes motivos, como el stress o la fatiga excesiva. Estos episodios son menos severos que el inicial.

Un 50% de los pacientes desarrolla lo que llamamos pródromos, que son un grupo de síntomas en la zona anticipando la posibilidad de una recurrencia. Los síntomas prodrómicos pueden incluir picazón, dolor, u hormigueo en la región afectada.
A veces el médico solo diagnóstica la infección por las características típicas de las lesiones. De todas maneras en general se recomienda realizar un análisis de laboratorio de material extraído de las úlceras.
Posteriormente, cuando el paciente no presenta lesión activa, se puede realizar un estudio de sangre que muestra los anticuerpos formados luego de la infección inicial.
HISTORIA NATURAL
Una vez finalizado el primer episodio es dable esperar otras reincidencias, generalmente entre4 a5 en el primer año a contar desde el brote inicial. Posteriormente la frecuencia de las recurrencias tiende a disminuir.
A veces la persona se da cuenta que tuvo herpes genital muchos años después de su infección inicial.
COMPLICACIONES
Además del notorio impacto emocional que esta noticia produce, el dolor intenso puede ser una de las complicaciones más importantes y el paciente debe recordar que ésta es una condición manejable en donde la correcta información para él y su pareja son fundamentales.
Cuando las personas presentan alteraciones de su inmunidad tienen tendencia a tener episodios más intensos.
El virus se puede transmitir al feto durante el embarazo. La posibilidad que se transmita al feto es mayor, cuando ocurre la primera infección durante el embarazo o si la paciente desarrolla varias recurrencias en su transcurso. Se recomienda terapia antiviral preventiva en embarazadas que presenten uno o más episodios y el uso de preservativos si la pareja presenta historia de herpes genital. Si una paciente embarazada llega al momento del parto con una lesión activa se indica el parto por cesárea. Si usted o su pareja tienen historia de herpes genital, debe comunicar esto a su médico.
Los pacientes que tuvieron herpes genital tienen más posibilidades de contraer HIV en caso de mantener relaciones sexuales no protegidas con personas infectadas.
TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN
Es importante mencionar que el tratamiento no cura la infección ni elimina el virus, su objetivo es lograr acortar la duración de los episodios y alivianar los síntomas, además de intentar prevenir la aparición de nuevos brotes.
Por otro lado, la terapia administrada en forma supresiva diaria contra las lesiones sintomáticas, puede disminuir la posibilidad de transmisión a la pareja. Esta forma de tratamiento se recomienda en personas que presentan varios episodios al año, por ejemplo 6 o más de 6.
Si su pareja está recibiendo tratamiento para el herpes, es aconsejable que usted también lo haga, y que ambos realicen exámenes para detectar otras enfermedades de transmisión sexual.
La manera más segura de evitar el contagio de infecciones de transmisión sexual, incluyendo al herpes, tiene importante relación con la conducta sexual de la pareja en base al número de parejas y el respeto por las pautas de salud sexual.
Como las lesiones se pueden presentar tanto en áreas cubiertas como no cubiertas por el preservativo, el mismo resulta menos efectivo que para otras ITS, aunque de todas maneras, es una protección apropiada para disminuir las posibilidades de contagio.
Se sugiere que la persona con lesiones activas evite mantener relaciones sexuales durante la duración del episodio. De todas maneras, el infectado debe saber que puede transmitir la infección aún en ausencia de lesiones activas, lo que debe ser discutido con sus parejas sexuales, y deberá considerar el uso del preservativo para reducir este riesgo.
En las personas asintomáticas que tienen dudas acerca de si están infectados, un análisis de sangre puede lograr el diagnóstico.
Los datos contenidos en la presente nota son brindados a título meramente informativo, y están dirigidos para nuestras pacientes. Esta información no reemplaza de ninguna manera la consulta con su médico de cabecera, ante cualquier duda consulte con el mismo.