Ciertas situaciones aumentan el riesgo de infecciones urinarias:

  • Las relaciones sexuales al permitir el acceso de gérmenes cercanos a la uretra. Es importante aclarar que en general no son producidas por gérmenes de transmisión sexual, si no que la mecánica del acto sexual y las características anatómicas femeninas, permiten el desarrollo de las mismas. Es por esto que casi nunca se necesita dar tratamientos a la pareja luego de un episodio de infección urinaria.
  • El vaciado incompleto de la vejiga por un cálculo o por disfunciones al momento de orinar.
  • La menopausia, ya que al disminuir el nivel estrógenico en la región, cambian las características de los tejidos cercanos y esto predispone a la radicación de gérmenes.
  • Una inadecuada limpieza genital, porque permitirá el contacto de gérmenes intestinales con la uretra.
  • El embarazo, donde la paciente debe estar particularmente alerta de los síntomas porque pueden generar complicaciones en la gestación, como parto prematuro o un bajo peso del niño recién nacido.