Tips
- Las verrugas genitales son la manifestación clínica de la infección viral por virus del papiloma humano (HPV), la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo.
- Si bien la mayoría de las verrugas genitales son asintomáticas, pueden generar problemas estéticos, aumentando también el riesgo de contagio, por lo que, aún cuando algunas pueden desaparecer espontáneamente, la mayoría requerirá tratamiento.
- Las medidas preventivas más importantes son el uso de preservativos y la vacunación específica con vacuna para los virus 6 y 11.
- Existen varías opciones de tratamiento cuya elección dependerá de varios factores e incluso de la preferencia de la paciente, pero todos los tratamientos van dirigidos a tratar las lesiones y no el virus, por lo que siempre existen posibilidades de recaídas.
Las verrugas genitales, la manifestación clínica desarrollada por algunos individuos luego del contacto con el virus del papiloma humano (HPV), son pequeñas lesiones que suelen desarrollarse en la piel de la región genital y anal, como así también en la mucosa de la vagina, el cuello uterino y el recto.
Estas constituyen la infección viral de transmisión sexual más frecuente, y se producen por contacto sexual en cualquiera de sus variedades. Tanto hombres como mujeres pueden tener el virus y transmitirlo. El sistema inmune del individuo juega un papel fundamental tanto en el desarrollo como en la desaparición de las mismas.
La verruga es considerada de alta contagiosidad, aunque se conoce que personas sin las mismas pero con el virus pueden generar contagio. Las mismas no se contagian a partir de otras situaciones como el beso, los abrazos, el compartir ropa de baño, vasos, platos, en las piscinas o asientos de baño.
Clínica
Si bien la mayoría de las personas en contacto con el virus no desarrollará lesiones, en los que se desarrollan las mismas, aparecen como pequeñas lesiones sobreelevadas que pueden presentarse tanto en mujeres como en hombres.
Las verrugas pueden tener una superficie aplanada o irregular como una cresta de gallo, ser únicas o múltiples y pueden abarcar áreas extensas.
En general no hay síntomas asociados con la excepción que si se presentan en grandes extensiones, pueden aparecer algunos episodios de sangrado, como por ejemplo en la región anal al defecar.
Prevención
El uso del preservativo se esgrime como una de las herramientas preventivas más importantes, aunque como el mismo no cubre toda el área genital, existe posibilidad de contagiar el virus aún utilizándolo. Algunas estimaciones aseguran que la protección brindada es cercana al 70%. Otra herramienta preventiva es la vacunación, ya que una de las dos vacunas disponibles en el mercado brinda protección contra los dos serotipos de HPV responsables de la mayoría de las verrugas genitales, el 6 y el 11.

Diagnóstico
En general el paciente sospecha la infección al encontrar las lesiones desarrolladas en el área genital, por lo que consulta al médico. El profesional entrenado hace el diagnóstico la mayoría de las veces tan sólo con la visión directa de las lesiones, aunque en algunos casos se requiere una pequeña biopsia para certificar el diagnóstico.

Tratamiento
Las opciones son variadas y en general la elección depende de varios factores, entre los cuales, la extensión de las lesiones es un factor importante. En general los tratamientos se dirigen a eliminar las verrugas visibles y de esa manera ayudar al sistema inmune del paciente a combatir la infección.
Es importante conocer que como los tratamientos no se dirigen a eliminar el virus, si no tan sólo las lesiones visibles, todas las opciones tienen un riesgo de recurrencia o sea de que aparezcan nuevas lesiones posteriormente. Además, el paciente sexualmente activo tiene posibilidades de adquirir nuevamente la infección de otras parejas. Cuando las lesiones reaparecen, frecuentemente lo hacen en los meses posteriores a un tratamiento.
Uno de los tratamientos más utilizados es el uso de una crema moduladora del sistema inmune, la cual brinda las menores posibilidades de recaída, pero en general tarda más que otros tratamientos en eliminar las lesiones, ya que esa terapia dura varias semanas.
Otras opciones son por ejemplo la colocación de sustancias para quemar las lesiones, como así también eliminarlas ya sea con láser, por frío o con una cirugía convencional.
La diferente respuesta observada a los tratamientos y las características de las lesiones, hace que por un lado, algunos profesionales opten por certificar el diagnóstico por biopsia y por el otro utilizar estrategias combinadas de tratamientos, esto es, más de un tratamiento por vez.
Consecuencias
En general no existen reportes acerca de problemas o consecuencias posteriores a largo plazo. Como sabemos las verrugas son generadas por tipos del virus del HPV no relacionados a cáncer genital. Tampoco existe evidencia acerca de algún problema en la fertilidad generado tanto por la verruga como por el virus de HPV.
Embarazo
Una situación posible es el desarrollo de verrugas durante la gestación, en ese momento las verrugas pueden crecer tanto en número como en tamaño. Si bien las mismas pueden tratarse con seguridad durante el embarazo, no pueden utilizarse todas las opciones disponibles para las pacientes no embarazadas, por lo que es importante que se avise al doctor acerca del embarazo. En general se tratan cuando alcanzaron un tamaño muy importante y pueden generar problemas durante el parto, en otros casos puede diferirse el tratamiento para después del nacimiento. Si bien éstas pueden pasar al recién nacido durante el parto vaginal, eso es un evento muy extraño, por lo que la recomendación de realizar cesárea ante esta situación es muy infrecuente.
Los datos contenidos en la presente nota son brindados a título meramente informativo, y están dirigidos para nuestras pacientes. Esta información no reemplaza de ninguna manera la consulta con su médico de cabecera, ante cualquier duda consulte con el mismo.